Hable con su niño. Hasta los bebés recién nacidos que todavía no pueden producir palabras se benefician de los adultos que hablan con ellos. También es importante dar un lenguaje y uso apropiados.
Es importante demostrar a un niño el uso apropiado del lenguaje así como apoyar su desarrollo en el uso del lenguaje.
Escuche atentamente a su niño. Tenga paciencia. Permítale suficiente tiempo para que complete sus pensamientos. Lo que los niños quieren decir es importante para ellos, y aprenderá de lo que tienen que decir.
Cante y recite rimas infantiles y canciones que recuerde de su propia niñez.
Convierta los paseos comunes y cotidianos en excursiones interesantes. Un paseo al parque de juegos mecánicos puede ser un momento oportuno para notar las diferencias entre la gran cantidad de casas que se ven por el camino. ¿Cuáles son altas y cuáles son bajas?
Muestre a su niño las diferentes comidas, formas, texturas y olores. Este tipo de observación estimula las preguntas y conversaciones en las que intervienen el lenguaje y los conceptos interesantes.
Haga juegos de lenguaje con su niño. Invente rimas y cantos graciosos. Este juego ayuda a sensibilizar a su niño a los sonidos del idioma, lo cual es una clave para la eficacia en la lectura.
Amplíe el lenguaje de su niño. Use palabras descriptivas siempre que sea posible. El perro enorme. El patito asustado. El hombre viejo agotado. Esto ayudará a su niño a desarrollar un vocabulario amplio y rico, lo cual es importante para la expresión y para todo el aprendizaje en el futuro.
Responda a las preguntas de su niño. Los niños pequeños hacen preguntas. Dé respuestas cortas y sencillas siempre que sea posible. Recuerde que los niños pequeños piensan en función de información concreta, por lo que es necesario dar respuestas que cuadren bien con el modo de pensar de los niños.
Hágale preguntas a su niño. Al darle la oportunidad de responder a preguntas, le permite demostrar lo que sabe, lo cual lo deja sintiéndose bien consigo mismo. Trate de hacer preguntas que considere que su niño podrá contestar, porque a nadie le gusta fracasar.
Dé un buen ejemplo como lector. Es importante para su niño verlo a leyendo libros, revistas, periódicos e incluso el correo. Demuéstrele que la lectura es importante.
La mayoría de los niños de cuatro años pueden aprender a leer su nombre con facilidad.
Exhiba el nombre de su niño en un lugar prominente, como el refrigerador o arriba de su toalla en el baño. Esto también ayuda a promover el amor propio así como muchos otros conceptos importantes relativos a las letras de imprenta.
Ponga límites a la televisión. Inculque el hábito de ver programas selectos desde edad temprana. Vea la televisión junto con su niño y hable con él sobre los programas
Recuerde que el tiempo dedicado a la televisión es tiempo que podía haberse dedicado a otras actividades más valiosas.
Atienda sin demora cualquier inquietud que tenga por el oído, la vista o el habla de su niño. Un niño que parezca no hacerle caso cuando le habla o no prestarle atención, puede estar padeciendo de un problema médico grave y la mayoría de tales problemas pueden tratarse fácilmente.
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